Cumplir con la protección de datos: una responsabilidad esencial

En el ámbito de la odontología, el respeto por la privacidad y la protección de datos de nuestros pacientes no es solo una obligación legal, sino un pilar fundamental de la ética profesional. El Consejo General de Dentistas, en su continua labor de velar por el correcto ejercicio de nuestra profesión, ha emitido un recordatorio enfático: debemos cumplir rigurosamente con las normativas vigentes en materia de protección de datos personales.

Recientemente, hemos observado un fenómeno preocupante en el que algunos colegas, aprovechando su influencia en plataformas públicas, desvelan la identidad de sus pacientes, particularmente cuando se trata de figuras públicas. Este tipo de acciones, realizadas sin el consentimiento expreso de los pacientes, no solo infringen la ley, sino que también erosionan la confianza que la sociedad deposita en nuestra profesión.

El Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España, ha sido claro al respecto: «Es ilegal utilizar la identidad de personas para fines promocionales o publicitarios sin un consentimiento expreso y documentado de los aludidos». Esta práctica, lamentablemente, ha sido detectada en diversas intervenciones públicas, desde entrevistas hasta podcasts y redes sociales. En este sentido, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es contundente: los profesionales estamos obligados no solo a cumplir con la normativa, sino a poder demostrar proactivamente dicho cumplimiento.

El Consejo subraya que utilizar la identidad de cualquier persona, ya sea pública o privada, sin su consentimiento explícito, puede acarrear graves consecuencias, tanto legales como reputacionales. La ética y la integridad profesional nos exigen adherirnos a los más altos estándares en el manejo de la información de nuestros pacientes. En tiempos recientes, donde la Odontología se ha visto sacudida por escándalos que han afectado nuestra imagen pública, es más crítico que nunca mantener un estricto respeto por las normas que regulan nuestra práctica.

Hacemos un llamamiento a todos los colegiados para que actúen con responsabilidad y profesionalismo. Evitar cualquier práctica que pueda comprometer la privacidad de los pacientes no solo es un deber legal, sino un imperativo ético que debemos cumplir en todo momento. Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que nuestras acciones reflejen siempre los principios de la ética y la normativa vigente.

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